No es simplemente echarle la culpa a la sociedad, es también hacer una reflexión y evaluación de nosotros mismos. Al referirnos en que nuestra sociedad nos hace olvidar de ser cristianos, es por todo lo que hay en ella y nosotros nos dejamos deslumbrar, con esto me refiero a todo, desde la moda, tecnología, música, redes sociales y hasta la guerra.
Es triste que nos dejemos permear por todo lo que hay en nuestro diario vivir, eso en muchas ocasiones nos hacer perder nuestra identidad, quienes somos, de dónde venimos y más si somos aquellos que seguimos la propuesta de Jesús, si somos cristianos.
El papa Francisco en un un libro ‘Dios es joven’ resalta mucho el papel de los jóvenes dentro de la sociedad y cómo debemos estar en aquella revolución de la ternura, la cual nos lleva a no perder quienes somos, si decimos creer en Jesús, sigamos sus mismas acciones, que el ayudar y tender la mano a los demás no lo hagamos con pena o temor porque el otro se puede reir de mi. Jesús se acercaba al intocable, servía sin ver quien es o que hace, lo hace desde el corazón y eso nos identifica como ‘cristianos’.
Nuestra sociedad es muy cambiante y momentánea, pero Jesús de Nazaret siempre ha estado, está y seguirá permaneciendo en nuestras vidas, nos acompaña en cada paso, no debemos estar a la moda, o hacer diferentes cosas para ser aceptados. Solo debemos ser nosotros mismos, ser otros Jesús aquí en la tierra cómo lo dice Juan Eudes, eso nos hace ser más auténticos – aunque no se vea así-.
Seamos nosotros los causantes de aquellas cosas buenas, si nuestra sociedad está de ‘patas arriba’ cómo se dice en Colombia coloquialmente, nosotros, tu y yo, como cristianos, llenos del amor de Jesús vamos a generar aquel cambio, de ser auténticos, de brindar amor, ternura, perdón, todo aquello que implique que el otro, nuestro hermano esté bien.