Como el águila

Cual águila es el cristiano,
es fiel la comparación;
se deleita en las alturas
en Aquel que lo creó.

Si alguna vez intentara
elevarse y no pudiera,
es tiempo de renovar
todas sus plumas ya viejas.

A la Roca se dirige,
contra ella se quebranta,
voluntariamente sufre
pero sale renovada.

Si el mal tiempo se avecina
y le alcanza la tormenta,
No teme, no sale huyendo;
nunca jamás se amedrenta.

Esta es la oportunidad,
el momento que esperaba;
con voluntad y valor
se dispone a traspasarla.

No tarda en subir muy alto;
alcanzó lo que anhelaba:
que el huracán con su fuerza
a la cima le elevara.

Se cumple ese hermoso verso
de la Escritura sagrada:
«Todo obra para bien
en aquellos que a Dios aman»

Zaida C. de Ramón

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