Hoy quisiera que recordemos un poco de alguien que vivió por los demás; me refiero a San Pedro Claver S.J. cuyo nombre de nacimiento fue Pedro Claver Corberó, fue un misionero y sacerdote jesuita español que pasó a la posteridad por su entrega a aliviar el sufrimiento de los esclavos del puerto negrero de Cartagena de Indias donde vivió la mayor parte de su vida. Se apodó a sí mismo el “esclavo de los negros”.
Tímido y sencillo, catalán corto en palabras y largo en hechos, Pedro Claver Corberó, es una de las figuras del cristianismo más apasionantes y arriesgadas del siglo XVII, cuya vida se desarrolló en el colorido contexto de aventuras, pasiones e injusticias del puerto negrero de Cartagena de Indias, centro de dramáticos conflictos morales y sociales.
Su entrega abnegada a los negros bozales, de los que los teólogos de esa época discutían incluso si poseían alma, es un modelo admirable de la praxis cristiana del amor y del ejercicio de los derechos humanos, de los que se lo declaró “defensor” en 1985. Se lo honra como patrono de los esclavos, y desde 1896 como patrono de las misiones entre los negros. Se lo considera un ejemplo heroico de lo que debe ser el amor por los más pobres y marginados.
Quizá muchos al leer esto puedan indignarse de tanta falta de humanidad para nuestros hermanos y hermanas que por tener un color de piel diferente eran considerados objetos e incluso desechables. Pero si revisamos nuestra realidad encontraremos cosas iguales o peores que sucede en el mundo actual.
Observamos como miles de personas son asesinadas por tener una doctrina de fe diferente; hombres, mujeres e incluso niños pierden la vida a manos de quienes no comprenden aún que nadie es superior a nadie, sólo Dios está encima de todos. Cada día las noticias nos aterran con innumerables manifestaciones de desigualdad y acciones sin la minina humanidad para los demás.
Hoy quiero invitarte a ser justo con las personas que te rodean, no por tener alguna diferencia hay que mirarlos como “cosas raras” o por el simple hecho de tener un nivel educativo y socioeconómico mayor hay que pisotear la dignidad de los otros. Busca siempre dignificar a las personas a tu alrededor y colócate en la situación de aquella persona y actúa como te gustaría que actuaran contigo.
Finalmente te invito a elevar una oración a Dios por tanta injusticia y barbarie que se vive hoy en el mundo; es doloroso ver tanta crueldad del hombre contra el hombre, y más cuando hay niños involucrados. Pide a Dios por ello y no olvides que son hijos de Dios al igual que tú y yo.