Conozco un joven predicador que batalla todos los días por ser mejor, él a diario se pone en pie por la mañana buscando a Dios en la oración, sé también que devora un capítulo de la palabra de Dios a diario. Ha llegado hasta mí su gusto por las luchas de los profetas y por su puesto fundamentalmente las de Jesús. Es posible destacar su carácter entusiasta, el cual lo lleva a embarcarse en aventuras que buscan trasformar a hombres y mujeres en su interior y realidad.
Este joven predicador que también ejerce la catequesis y coordina una comunidad de oración, reconoce que la pereza, desidia y desánimo lo embargan. Libra una batalla feroz por vencer lo anterior. En ocasiones se niega a prestar el servicio que se le pide, cancela compromisos adquiridos. Este hermano nuestro no es malo, ni tiene intensiones turbias, sino que pasa por momentos de aridez y en esos instantes parece olvidar que la misericordia de Dios, necesita de un predicador (profeta) que comunique el mensaje. Lo que le ocurre a este joven es parecido a lo que vive Jonás en su cuaresma junto al pueblo de Nínive.
Jonás parece olvidar que sin el anuncio de la conversión, toda la ciudad seguirá su vida como si nada. Él huye, pero el Señor lo busca por todas partes y cuando lo encuentra le hace experimentar las profundidades del monstruo que se lo traga. Después de esta experiencia adquiere una perspectiva nueva y a partir de ella vuelve a Nínive y predica. Ahora su anuncio tiene como tema central: la conversión, entendida no en el sentido más usado del término; cambió de mentalidad (metanoia), sino que la conversión que predica Jonás es en el sentido de: volver al camino (epistrefo), por ello, su anuncio impacta de tal forma en sus oyentes que vuelven a Dios después de permanecer de espaldas a él, ahora ellos deciden regresar al amantísimo creador.
Graba esto en tu corazón; para que tú y los demás Vuelvan a Dios se requiere:
1. De una predicación v5, hay que anunciar de forma incansable la necesidad de volver a Dios
2. Un signo exterior v8a, no basta con decir quiero volver a Dios, sino hay que expresarlo con un signo
3. Clamor (oración de súplica insistente) v8b, volver al camino es un don de Dios, no un mérito humano, por ello es preciso pedirlo insistentemente a Dios.
Jonás tiene una perspectiva nueva, porque a través de esta experiencia lo sacó de su pereza, desidia, apatía y flojera de su vida, esta perspectiva nueva se dio a partir de un profundo tiempo de análisis de su propia forma de vida. Fue tiempo de crisis, en ella comprende la misericordia infinita de Dios, el perdón del Señor, los cuales necesitan ser predicados al pueblo.
Mi amigo el joven predicador estaba muy feliz cuando le conté que su lucha era muy parecida a la de Jonás, cuando iba descubriendo cada detalle en su vida. No olvides leer y meditar la cuaresma Jonás 3,1-10