La Primera Navidad

Particularmente ésta época es singular y diríamos que muy especial; normalmente nos reunimos en familia, cenamos, entregamos regalos, perdonamos, pedimos perdón, sonreímos y muchas otras acciones que implican buenos sentimientos.

Pero realmente ¿sólo eso es la navidad? Quisiera detenerme en dos acontecimientos de la primera navidad:

PRIMERO: El evangelio de Mateo, algunas veces “olvidado” en las navidades, pero muy bien recordado por los “reyes magos”; nos muestra un gran signo de lo que debe ser nuestra navidad. En el capítulo 2 versículo 2 encontramos una frase lapidaria sobre quien es Jesús: ¿Dónde está el Rey de los judíos que nació? El evangelista nos presenta a Jesús como el Rey de los judíos, no espera a que tenga vida pública, haga milagros o muera y resucite para que sea el Rey del pueblo de Dios, ya desde su nacimiento lo presenta como tal.

SEGUNDO: El evangelio de Lucas nos presenta un signo hermoso en el contexto del nacimiento de Jesús. En el capítulo 2 versículo 8ss encontramos el anuncio del ángel de Dios a unos pastores; pero ¿Qué tiene de extraordinario esto? Algunos dirán: “es que los pastores eran humildes, sencillos, pobres, etc”; pero desafortunadamente la fama de los pastores en aquella época era todo menos buena. En Juan 10, 11ss queda muy claro cómo eran en aquellos tiempos los pastores, es por eso que Jesús debe aclarar y decir: Yo soy el BUEN pastor.

Aquellos pastores era mal vistos por sus actitudes despreocupadas con las ovejas y aprovechadas con los dueños de las mismas, en otras palabras eran considerados como lo peorcito del pueblo, y es a ellos que se les anuncia el nacimiento de Jesús, ya que para el evangelio, Jesús viene a salvar desde su propio nacimiento y además lo que era considerado perdido (Lc 19, 10).

CONCLUSIÓN: Si quieres celebrar una verdadera o primera navidad, debes considerar a aquel que nace, como el Rey de tu vida, en otras palabras dejarlo gobernar tu vida; además dejarlo que restaure lo peorcito que tienes en la misma (rencor, mentira, soberbia, egoísmo, adicción, infidelidad, etc).

No puede existir una navidad si Jesús no gobierna tu vida y restaura lo que más daño te hace y hace a los demás. Si no pasa nada de esto, sólo quedará un bonito recuerdo de una cena hermosa o el descanso de un festivo o feriado más.

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