EL PODER DE JESÚS

En Mc 5,21-43 encontramos dos relatos que se integran en la fe de la mujer enferma y del hombre que ha perdido a su hija, con el poder de Jesús para sanar y para resucitar. Jesús muestra su poder sobre la enfermedad y sobre la muerte, pero requiere la fe de mujeres y de hombres que puedan ver acciones divinas donde otros ven absurdos.

Vemos dos relatos entrecruzados, formando un emparedado, de la siguiente manera:

v.v. 21-24: Jesús va a la casa de Jairo para sanar a su hija de doce años de edad.

v.v. 25-34: Sanación de la mujer con flujo de sangre por doce años.

v.v. 35-43: Jesús llega a la casa de Jairo para resucitar a su hija Veamos los elementos de fe de la mujer y del hombre y el poder de Jesús, siguiendo a los personajes.

1. Sanación de la mujer con flujo de sangre, v.v. 25-34

En medio de la muchedumbre que busca a Jesús (v.21), que además lo sigue y lo apretuja (v.24), aparece una mujer con las siguientes características iniciales (v.v. 25-26):

* Tiene flujo de sangre, lo que la hace impura según Lev 15 y por tanto, excluida de la comunidad judía.

* Padece de la enfermedad por doce años. Tiempo en el que no puede participar de las fiestas judías, ni de entrar a la sinagoga o al templo. Son doce años que parecen una muerte comunitaria.

* Ha sufrido mucho con los médicos que la han tratado. Son muchos médicos que ha visitado, pero ha sido infructuoso.

* Se ha gastado todos su bienes buscando la salud. Ha quedado empobrecida.

* Nada le ha aprovechado. Mucho esfuerzo con ningún resultado positivo.

* Va de mal en peor. Ninguna propuesta da sanación sino que todo lo empeora.

Así que la situación inicial de la mujer es deplorable y muy complicada.

La mujer con flujo de sangre o hemorroísa tiene su encuentro con Jesús, con los siguientes elementos (v.27-29):

* Escucho hablar de Jesús, de su actuación y de su enseñanza en la región de Galilea.

* Se mueve entre la muchedumbre, se acerca a Jesús con cautela.

* Tiene la convicción de que al tocar el manto de Jesús va a quedar curada de su enfermedad.

* Tiene la curación, porque el flujo de sangre terminó y la mujer se sintió curada totalmente.

La fe de la mujer conduce a hacer una pequeña acción que conduce a una gran sanación.

La mujer sanada se encuentra con el poder de Jesús para sanar enfermedades y el resultado es el siguiente (v.v.30-34):

* Jesús sabe que salió poder y que alguien lo todo de manera diferente a como era estrujado por la gente que lo seguía. El poder de Jesús hace que se obre una sanación en la mujer, que la muchedumbre y los discípulos no han percibido.

* Jesús acoge a la mujer con amor, aunque ella se acerque «asustada y temblando», contando la verdad de lo que le había pasado y postrada ante el Maestro. Se encuentra el poder amoroso de Jesús con la humildad y la fe de la mujer sanada.

* Jesús exalta a la mujer con palabras de vida, mostrando ternura: «hija», reconociendo la fuerza de la fe que salva, enviándola con paz y sanación de su dolencia.

Jesús muestra su poder sanando y su amor incorporando a la vida comunitaria. La mujer sanada es exaltada por su fe, por su humildad y por hablar con la verdad, además recibe paz, filiación e incorporación comunitaria.

Ante los casos desesperados la fe en el poder de Jesucristo abre el camino a la sanación.

2. Resurrección de la hija de Jairo, v.v. 21-24.35-43 Jairo tiene que pone a funcionar su fe en Jesús por los siguientes motivos:

* Tiene una hija de 12 años gravemente enferma.

* Ruega a Jesús que vaya a su casa, vea a su hija y le imponga «las manos para que se salve y viva» (v.23).

* La hija de Jairo murió y Jesús le pide que siga en su fe (v.36).

Jesús manifiesta su poder sobre la muerte, resucitando a la hija de Jairo, con los siguientes elementos:

* Cuenta con la fe de Jairo y la confianza que supera el miedo para ver maravillas divinas.

* Cuenta con la compañía de tres de sus discípulos, del padre y la madre de la niña.

* Da la confianza de que «la niña no ha muerto, sino que duerme», para calmar el alboroto y el llanto innecesario.

* Toma la mano de la niña y le da palabras de resurrección, porque lo que Jesús dice, eso se hace.

La respuesta ante el poder de Jesús es que la niña «se levantó y se puso a andar», manifestando la vida que hay en ella.

Frente a la muerte todos los medios parecen permitidos pero solo la fe trae la ayuda adecuada y la respuesta de vida de Jesús.

Podemos concluir que:

* La fe que tenemos hace que se manifieste el poder de Jesús sobre la enfermedad y la muerte.

* El Señor no nos pide una gran cantidad de fe, sino creer en un Dios grande que puede hacer cosas que parecen imposibles.

* El binomio perfecto consiste en unir la fe del creyente y el poder de Dios contra todo lo que pretende destruir la vida del ser humano.

* Tu pones tu fe y el Señor pone su acción poderosa para hacer cosas maravillosas.

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