Cuando estamos en un estado de rabia, de rencor u orgullo, en el que pensamos y decimos lo que se nos ocurre e incluso si estamos en una discusión con una persona, se dicen aquellas palabras que más ofenden y lastiman, pensando en que vamos a salir victoriosos. Entre más palabras ofensivas utilicen, se piensa que se es más grande y que se tiene el poder y dominio ante aquella discusión.
Decir palabras sueltas y con rabia, es la forma de lastimar y herir a una persona. Se está lastimando su corazón y se generan heridas que pueden durar para siempre. Si a tus hijos los tratas mal con insultos, lastimas su parte emocional. Incluso si te dices palabras que te destruyen, por ejemplo; que no sirves para nada, que no tienes fortalezas, van a ser palabras que te hacen caer. Es importante saber y ser inteligente al momento de hablar, quédate en silencio para no ofender y que aquellas palabras que pronuncies sean, aquellas que alientan a los demás y a ti mismo.