Sin duda para muchos eres un punto de referencia – testimonio, ejemplo- para los demás, y esto implica que sobre ti, cae cierta responsabilidad, de la que debes ser cuidadoso, y no solo porque los demás te ven, sino para tí mismo. Si ya tienes un caminar en Dios, significa que tienes cierto conocimiento y ciertas acciones que te llevan a ser aún más diferente, como el hecho de amar sin mirar quien es.
Ser testimonio, no es pretender ser un superhéroe o creer que eres mejor que los demás, tampoco pretender ser perfecto. Ser testimonio es ser tú mismo desde las acciones que realizas en tu día a día, dar un abrazo en casa, escuchar, ser un apoyo para los tuyos y los que te rodean. Dar testimonio implica que vives a la manera de Jesús, servir y dar tus manos al que lo necesita. De esta manera sencilla eres testimonio para la sociedad.