¿No es éste el hijo de José? Una pregunta que se hace un pueblo para demostrar la normalidad con la que habían visto durante tantos años a Jesús de Nazaret, éste que es escuchado y luego expulsado incluso con violencia.
Jesús va inaugurando la misión evangelizadora que el Padre le ha confiado, impulsado por el Espíritu Santo, comunica lleno de amor la compasión y la misericordia.
¿Qué hizo Jesús aquel sábado? Tal vez nos quedamos con lo expresado literalmente en el Evangelio, y nos cuesta ir un tanto más allá para describir que hay mas allá del texto. Sabemos que proclama la llegada del Reino de Dios expresado en las obras. Pero sucede que muchos no aceptan esta manera de acceder al Reino de Dios y terminan levantándose y lo sacan más que de la ciudad, lo hacen de la vida propia.
Expulsar a Dios es algo súper sencillo, basta con dejar de referirse a Dios y aparecer como cristinos no practicantes, resbalando en la indiferencia religiosa y finalmente en el ateísmo ideológico.
Muchos se contentan con la participación del culto para demostrar cercanía, pero no es suficiente, también los que se muestran cercanos pueden estar verdaderamente lejos de Dios, porque aquí la cercanía no se trata de poca distancia sino de vivir de acuerdo al pensamiento de Dios.
@pdeibysanchez