Aún seguimos con la pandemia del Covid-19, y para muchos fieles esto ha ocasionado que dejemos de vivir nuestra Fe frente a la Eucaristía y poder recibir el cuerpo de Cristo. Pero todo esto no debe ser piedra de tropiezo para nuestro amor y oración con Jesús.
El año pasado también fue extraño vivir una semana santa, toda celebración fue cancelada, todo se vivía a través de una pantalla y desde casa, para muchos la reflexión fue vivir en comunidad, con los de nuestra casa, tal vez hace mucho no se vivía un encuentro así, tan solo diciembre y algunos cumpleaños eran la excusa para disfrutar y estar acompañados, pero por algo tan mínimo (el covid-10) o que no lo podemos ver tuvimos que estar encerrados.
Después de un año, volvemos a vivir algo similar, muchas ciudades están pidiendo estar en casa y que no haya aglomeraciones. Hay lluvia de comentarios unos a favor otros en contra, pero vivamos una vez más toda esta celebración en casa, junto a las personas que amamos, disfrutamos del calor de hogar.
Que esta pandemia no afecte tu encuentro con Jesús, que puedas vivir cada día en un encuentro espiritual y de cambio, hay cosas en nuestra vida que deben ser cambiadas y es el momento perfecto para transformar aquello que lastima, rencores, odio, envidia. Un momento propicio para sanar el alma y corazón.
Vivamos y disfrutemos esté encuentro con Jesús por medio de la semana santa, que esté caminar sea algo que nos llene, personal y familiar, no dejemos de vivir nuestra fe, que nada en el camino nos detenga.