De seguro a muchos les gusta tener su espacio para estar tranquilos, un espacio en el que puedan ser la persona que son. Hablar de intimidad, es hablar de un lugar reservado en el que no puede entrar todo el mundo.
En estas líneas quiero hablarte de la intimidad con Jesús, con él puedes estar a solas y encontrarte cara a cara, como lo hizo Moisés con Dios, un encuentro en el que puedas conocer a aquel amigo fiel, aquel que ha dado la vida por ti.
Jesús hace una entrega total al amor, se entrega por el amor que tiene por ti y por mi. Desde tu libertad puedes tomar la decisión, si entregas tu vida a Él o continúas tu camino sin Jesús, claramente la puedes vivir y hacer lo que desees, sólo que Jesús le da sentido a tu vida.
En tu espacio de intimidad puedes invitar a Jesús, puedes pedirle que entre a tu corazón, que descubra que hay dentro de ti; con Jesús puedes ser tú mismo, puedes quitar aquellas máscaras. Si hay intimidad, hay confianza, no se juzga, se ama, eso es lo que hace aquel que se ha entregado por ti.
Si tienes miedo, no hay problema, a muchos nos cuesta entregarnos totalmente, pero esta entrega es diferente, puesto que Él no te va a fallar en ningún momento, puedes lanzarte al abismo de su amor. No dudes en entregar tu corazón y tu vida. Tan solo entrega lo que eres y déjate amar por Jesús de Nazaret.
Oración
Jesús, en tus manos quiero entregar mi vida y mi corazón, quiero abandonarme totalmente a ti, quiero que seas tú quien tome el control de mi vida, quiero que seas tu quien me ama sin medida. Te pido Jesús que no me sueltes de tu mano; quiero estar en tu presencia todos los días de mi vida. Amén.