Es Dios quien viene al encuentro con su pueblo, pero no podemos ver el color de los ojos del bebé hasta que este haya nacido, entonces no te adelantes a celebrar la Navidad si ni siquiera has comenzado el camino que nos lleva a ella. ¡Vamos a bajarle dos y vamos con calma!
No es por pretender ser aguafiestas pero el Adviento es un tiempo de penitencia, y esta se vive desde la alegría, con vitalidad, pero se vive, no se le huye.
Dios es anunciado con alegría, no como una amenaza, no como un acontecimiento terrible, sino como Buena Noticia.
Vamos a preparar el camino a Navidad, paso a paso, hay que encender la linterna, no sea que encontremos mucha oscuridad que debe ser disipada. Vamos a prestar atención, vamos a estar alertas, vigilantes, para no vernos sorprendidos, y nos encontremos al Señor de frente diciéndonos: «¡te lo dije!».
Estar alertas, levantar la cabeza, mirar el presente con decisión, y dar el primer paso, y continuar, sin ir por allí esquivando el camino, aquí no valen los atajos… Paso a paso que en Belén un pesebre nos espera!
@pdeibysanchez