Cuando hablamos de conversión estamos hablando de un cambio de vida, que se da a partir de nuestro encuentro personal con Dios. Sin duda que la persona que realmente puede cambiar y transformar todo nuestro ser y nuestra existencia, es Dios. Cuando nos encontramos con Dios, el produce un cambio genuino, verdadero y benéfico para la vida de cada uno de nosotros.