Estar en una situación de adicción, ya sea por sustancias psicoactivas o cualquier otra, nos sitúa prácticamente en el fondo de un abismo, puesto que queremos salir de allí, tenemos la intención de actuar, pero cada vez nos seguimos hundiendo más sin ver un resaltado.
Estar en el fondo, para muchos ya es una batalla perdida, pero a la vez hemos escuchado varias historias e incluso hemos sido testigo de unas cuantas en las que sí han podido salir adelante, se han podido superar aquellas cosas que nos han hecho caer, pero toda esta lucha depende de cada persona, de tener la plena convicción de querer salir de aquello que opaca su vida.
Las personas y familiares que están en estas situaciones, son testigos de lo complicado que resulta salir de este mundo, pero lo más importante, es tener fe en que se puede luchar. Las batallas, no son un juego o algo simple, siempre se necesita de estrategias y de ser inteligentes para poder salir victoriosos.
Jesús siempre nos sorprende con sus acciones, puesto que no está como espectador mirando cómo te hundes en el fondo del abismo, Él, baja hasta allá para ayudarte a salir, no estás solo, siempre camina a tu lado, confía y entrega tu vida totalmente a Jesús de Nazaret.