Jesús sana a Bartimeo el ciego
Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino.
Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar:
—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía:
—¡Hijo de David, ten compasión de mí! Entonces Jesús se detuvo, y dijo:
—Llámenlo. Llamaron al ciego, diciéndole:
—Ánimo, levántate; te está llamando.
Marcos 10, 46-49