Sin duda estamos pendientes de los demás, ¿qué ropa se puso?, ¿la repitió al siguiente día?, ¿es nueva o ya esta muy desgastada?, ¿llegó temprano?, ¿salió antes?, ¿se equivocó?, no lo hizo de la mejor manera, tiene problemas. El punto focal es lo malo al que se le da relevancia y trascendencia, tristemente la gran mayoría de las personas se dedican a ver aquello no tan bueno, no se si es más fácil o se disfruta opacar al otro que resaltar lo bueno.
Jesús no miraba los errores de las personas, miraba en los pecadores lo mejor de ellos, miraba una posibilidad de cambio. A pesar de los errores que cometan los demás, no te quedes en ello, mira más allá de las cosas, mira lo bueno de su corazón, de sus acciones, permite que lo bueno de las personas sea más grande que una equivocación. No entres en el grupo de los que ven las caídas, entra al grupo de los que dan su mano para levantar a los demás, para apoyarlos y ser mejores.