Hay una bella palabra en 2 Tim. 2, 8-12: “Haz memoria de Jesucristo, el Señor, resucitado de entre los muertos; si morimos por Él, viviremos con Él; si lo negáramos, Él nos negará; si somos infieles, Él permanecerá fiel, porque no puede negarse a sí mismo”.
Vuélvase el pensamiento de Jesús obsesivo para ustedes. Hagan memoria de Cristo, el Señor, resucitado de entre los muertos. Crean en la resurrección, es lo más importante de lo que deben creer: que Jesús resucitó y que está vivo y que Jesús nos resucitará.
Estemos seguros, con una absoluta certeza, de que resucitaremos a la hora de la muerte. La gran perspectiva cristiana es la resurrección; lo que nos alienta, lo que nos consuela, lo que nos estimula en la vida es saber que a la hora de la muerte Jesús nos resucitará.
¿Qué haríamos nosotros para conmover la ciudad, para conmover a toda Colombia? ¿Qué operación tan íntima nos toca realizar para llegar a un momento histórico de rendimiento de miles de colombianos a Cristo vivo?
Les voy a aconsejar a ustedes, repitan frecuentemente en el día esta sencilla palabra: “Señor Jesús, yo te amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas”.
