¿Sabías esto del Sábado Santo?

El sábado santo es un gran día, además de ser de profunda oración y reflexión, es la espera junto a la tumba de la resurrección. Es el día que nos prepara para la celebración de la Vigilia Pascual, donde antes de la liturgia eucarística hay tres pasos importantes, los cuales dan sentido a esta magna celebración. Con fervor y fe, estos son: la celebración del fuego nuevo, la liturgia de la Palabra, Y la liturgia Bautismal. Sin embargo; uno de los sentidos de la Vigilia Pascual, es que nos permite renovar nuestras promesas bautismales.

Al inicio de la celebración, se apagan las luces de la Iglesia, y se enciende el fuego con el que el sacerdote prende el cirio pascual. Recordemos y es muy importante decir que este cirio representa a Jesús, y sobre este se marcan las letras del alfabeto griego, alfa que significa principio, y omega fin, Jesús es el principio y el fin. Luego de que el ministro hace la bendición del fuego, se sigue la procesión, se encendienden las velas, junto con las luces de la Iglesia, y se canta el Pregón Pascual, que es un poema antiguo escrito alrededor del año 300.

Después de esto se sigue la lectura de la palabra, y se acostumbra a leer siete lecturas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Posteriormente, se bendice el agua de la pila bautismal, y si hay personas para bautizar se les administra el sacramento, el agua bendita nos recuerda nuestro bautismo. Se prosigue con las letanías de los santos, para recordar la comunión con ellos. A los que ya está bautizados se les invita a que renueven sus compromisos bautismales y la entrega a Jesucristo.

Algunas de la recomendaciones para esta celebración están, encender la velas para este día, y si quieren, llevar agua para que se las bendigan. Recuerden de igual manera que el sábado Santo, se permanece junto al sepulcro, esperando la resurrección.

“Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.” Lucas 12, 37-40)

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