No podemos perder el fuego, el carisma, somos una Renovación que debe ser evangelizadora. Compartir Navegación de entradas AnteriorSonríe: que tu rostro sea luz para la vida de otrosSiguienteEsperar: con la certeza de que Jesús tiene la última palabra Entradas relacionadasRead moreLa rana y la falta de humildadRead moreContra el amor de las riquezasRead moreA renovar nuestra historia de la mano...Read moreViviendo un Nuevo Pentecostés Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.